La ulceración en la porción no glandular del estómago de los cerdos es una afección de origen multifactorial que involucra factores dietarios como tamaño de la partícula de alimento, interrupción de la alimentación y presencia de carbohidratos altamente fermentables y factores relacionados con el estrés como el hacinamiento, mezcla de animales, tamaño de la piara y alojamiento y transporte entre otros. Actualmente se considera que esta entidad patológica tiene una prevalencia mayor al 90% alrededor del mundo, siendo los animales de terminación y los reproductores los animales más afectados, aunque puede presentarse en cerdos de menor edad. Los profesionales que realizan necropsias en el campo o inspección de lesiones en frigorífico encuentran este tipo de lesiones frecuentemente, que estudios realizados en Europa revelan una prevalencia de alrededor del 60% en hembras de descarte. Usualmente, y debido a su carácter multifactorial, constituyen un desafío para los veterinarios y encargados de granjas, puesto que es un cuadro difícil de controlar.

Helicobacter suis (H. suis), una bacteria gram negativa, móvil, de forma espiral que coloniza el estómago de los cerdos. La asociación entre la presencia de H. suis y gastritis crónica ha sido sugerida por varios autores desde hace tiempo. También se ha asociado la infección natural de H. suis con la presencia de úlceras y erosiones de la mucosa gástrica, pero el rol exacto del microorganismo en la patología gástrica del cerdo no es del todo claro. Por otro lado, H. suis es considerada como la especie de Helicobacter causante de gastritis recurrentes en humano más frecuente después de H. pilori. Este potencial papel zoonótico es muy importante y está siendo estudiado actualmente en profundidad.

En la etapa de cría y recría es baja la proporción de cerdos colonizados por H. suis, sin embargo se ha encontrado que esta proporción se incrementa con la edad, hasta alcanzar al 80% de los animales en la etapa de terminación. Esto sugiere que una alta prevalencia de cerdos portadores del microorganismo pueden ser detectados en frigorífico, aunque no todos los cerdos portadores presentan lesiones patológicas. En este sentido cabe destacar que en Latinoamérica, no existen estudios de prevalencia y, en general, la información acerca de la infección causada por H. suis es muy escasa. Por otro lado, la prevalencia de mortalidad causada por este agente es muy baja, alrededor del 1%. Ante este panorama, en el cual se espera una alta prevalencia de animales infectados con el microorganismo y una baja mortalidad, podría considerarse a la infección como subclínica.

CONSIDERACIONES PATOLÓGICAS

Durante mucho tiempo se consideró que la lesiones en los cerdos en crecimiento se presentaban principalmente en la región pilórica y que en los reproductores lo hacían en la región esofágica del estómago, sin embargo reproducciones experimentales con este agente, encontraron lesiones y al agente en la región del fundus esofágico, lo cual coincide con observaciones de campo en casos arribados a nuestro laboratorio en los últimos tiempos.

Lo importante de estos hallazgos es que se ha demostrado que no solo la úlcera es el resultado final de la infección por H. suis, sino que el 80% de las lesiones patológicas macroscópicas correspondían a lesiones hiperqueratóticas y solo en un 20% se sumaban las úlceras. Con todo ello se puede estimar un grado de lesión por animal o para el conjunto de los animales y así estimar para toda la población de la granja la prevalencia de lesiones y el grado medio de afección. Estos hallazgos no son únicos de H. suis, ya que algunas especies de hongos y parásitos han sido ocasionalmente asociados a gastritis en cerdos. Sin embargo, son muy sugestivos y muy a menudo, la hiperqueratosis no es considerada en las inspecciones de estómago realizadas rutinariamente. Un aditamento que se puede agregar para el diagnóstico, es que algunas muestras de estas lesiones enviadas en formol y procesadas por H&E, revelan que las ocasionadas por H. suis presentan una manifiesta gastritis no supurativa con marcado incremento de linfocitos y células plasmáticas. Estos datos permiten sugerir que en inspecciones de estómago de cerdos a matadero, deberían considerarse no solo la presencia de úlceras, sino también la superficie de la mucosa afectada por hiperqueratosis con distintos grados de severidad (leve, moderada y extensa). Esto permitiría inferir no solo la prevalencia aproximada en la piara, sino también, el impacto de la infección dada la gravedad de las lesiones. Como se ha señalado, el aislamiento de H. suis es muy difícil,  por lo que se recomienda la detección del agente utilizando técnicas de biología molecular.

Respecto a la relación entre las lesiones de la mucosa gástrica y la presencia de H. suis, trabajos experimentales recientes demostraron que cerdos inoculados con el agente presentaron una disminución de la ganancia diaria de peso de 60gr/día (> 10%). Esta diferencia fue estadísticamente significativa respecto a aquellos cerdos que no fueron inoculados, a pesar de que éstos últimos también presentaron lesiones en la mucosa del estómago. Esto indicaría que la lesión gástrica puede ser semejante entre animales de distintas granjas, pero con implicancias productivas diferentes. Por lo que la identificación del agente es imperativa y debería ser implementado de rutina en frigorífico o en animales muertos en la granja.

Por último, una breve reflexión acerca del carácter zoonótico de la infección causada por H. suis. El microorganismo ha sido detectado en biopsias gástricas de humanos, siendo el Helicobacter no-pilori más frecuente y se ha asociado su presencia a gastritis, ulceras y cáncer de estómago. En este sentido, y considerando que entre el 13,9% y el 78,5% de infecciones humanas con Helicobacter no-pilori son producidas por H. suis es necesario profundizar las líneas de investigación para el estudio de prevalencia, identificación de especies y aspectos epidemiológicos de este importante patógeno.

BIBLIOGRAFÍA

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