La leptospirosis es una zoonosis de distribución mundial causada por las especies patógenas de Leptospira. La gravedad de la leptospirosis varía de una enfermedad leve similar a la gripe a una forma más grave, que causa ictericia, hemorragia, insuficiencia renal e incluso la muerte. Cada año, se reportan entre 300.000-500.000 casos de leptospirosis severa en todo el mundo, con una tasa de letalidad del 10-30%. Las herramientas de diagnóstico habituales para la leptospirosis son: la observación directa de Leptospiras en sangre y orina bajo microscopio de campo oscuro, el aislamiento de Leptospiras de sangre, líquido cefalorraquídeo (CSF) o muestras de orina por cultivo, la prueba de microaglutinación para detectar anticuerpos anti-Leptospira en suero (MAT) y la PCR para detectar ADN de Leptospira. La “prueba de oro” para el diagnóstico son el aislamiento y la MAT. Sin embargo, en realidad no es fácil aislar leptospiras de muestras clínicas. Por otro lado, pasan varios días antes de que los resultados de MAT se vuelvan positivos después de la aparición de la enfermedad. Además, MAT requiere un manejo de expertos y también necesita el mantenimiento de células de Leptospira en vivo que representen a todos los serogrupos. Por lo tanto, se necesitan otras pruebas de diagnóstico simples y rápidas y la PCR constituye una alternativa interesante.